domingo, 22 de julio de 2007

porteño y cantor

ahora que tus ojos
se fijan luego de un rato cuando te hablan
que tu memoria cansada elije qué recordar
que tus preguntas dominan las conversaciones
y el frío inmacula tus extremidades
mis sentidos revuelven apurados el pasado
buscándote

los paseos improvisados a la costanera sur
los juegos de canasta en casa de amigos la noche del sábado
el santo día que cobrabas la quincena
las vacaciones en gesell con el fiat 600 verde manzana
aquel que compraste nuevo flamante casi sin saber manejar
y que nosotros, tu familia, gozó agradecida

tus mañanas comenzaban a las 5
te levantabas para ir a trabajar y encontrar
a tu compañero fiel el primer cigarrillo
que súbitamente se continuaba con el segundo y así seguías
hasta completar el tercer paquete
cuánto humo

la fábrica tu mundo
era interesante para nosotras
contabas historias de trabajos dificilísimos
con obreros haraganes que se rebelaban al supervisor exigente
los delegados el patrón los administrativos
todos eran culpables
ése eras

cuando hoy te encontrás con aquellos jóvenes de antaño
con tu vida
te ves esplendoroso memorioso
cantás tango y reís
como antes

qué tiempos cuando protestabas por todo
entonces no te soportábamos sabés?
hoy disfruto hasta de que me digas
hola hija

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No tengo competencia literaria para jusgar como escribis, pero si como me llegas al cuore, es tan linda y tan real como si se pudiera oler cada cosa de el.
Por suerte la vida nos hace ver diferente quizas cuando empezamos a perder la vista, es ahi que vemos ..
Creo que nuestro papa sera orgulloso de vos, esta poesia es un homenaje,gracias.
tu hermanita

Anónimo dijo...

Hola Andrea soy Marta Czepurka me encantó la poesía es un enorme homenaje a tu padre que lo recuerdo tal cual por haber compartido tantas cosas te quiero mucho Marta

Anónimo dijo...

Andrea: encontré este blog en el buscador y al leer tu nombre dije a ver si es ANDREA.. y ¡eras! Hace casi un año que escribiste esto.
Se lo mostré a mami y veo que ya lo vió... (es rápida con la pc la vieja)
Desde mi infancia fui testigo y partícipe de algunas cosas y sinceramente, te confieso: lloré al leer esto que escribiste.
Los quiero mucho, a todos. Aún a la distancia.
Forman parte de mí.