sábado, 31 de marzo de 2007

6 am.

caía una tarde de verano
en la reunión tanta gente
diferente
no hablaban
nosotros sí
y nos mirábamos
como sin mirarnos
con disimulo
había pasado un año

yo me cambié y
nadie lo vio
me puse una media transparente
en todo el cuerpo
encima ropa interior con puntillas y flores
él no pudo evitar acercarse
y tocarme
reconoció mi piel
entró en lo más prohibido
hicimos el amor algunas veces
y otras tuvimos sexo
me dijo algo importante
entonces la luz me despertó
eran las 6 am.


a sabiendas




por más que quiera
no voy a odiarte
ni siquiera a olvidarte
tendré que tropezar
con tu rostro
detrás del espejo
en el sillón
al abrir la ventana
en el viento
que me roce
(no vas a ser vos)
maldeciré tu olor
me vestiré de luto
y nunca serás mío
andrea brandi

así como me ven

así como me ven

no existo realmente

pienso en mí no pensando

salto a su rincón sin moverme

huelo a perdón

la luz me daña

estoy en los ruidos de la tristeza

para qué escribo


necesito tu grito
tu silencio marrón
tu tacto etílico
salté calendarios
semanas días
compré otra música
regalé mis versos
escribo para no verte

este es tu poema nunca lo conocerás

nos soñé
en la cama
la piel es un viento sólido
que comunica los
fantasmas perfectos
de un ideal amor
la danza sagrada de mi boca
cubre tus deseos
y los míos

la felicidad no existe
es esto

desperté
sola desnuda
mariposa viva clavada

no sé

no sé si soy linda o

fea

graciosa o

antipática

alta o

baja

gorda o

flaca

si pienso o

fabulo

si veo o

imagino

si como o

trago

si hace frío o

calor

si estoy despierta o

dormida

si esto es
la vida





mirada




en una tarde calma
comíamos moras y jazmines
y nos amábamos
una paloma nos avisó
la vida es sueño
lo real son las miradas
nos burlamos
seguimos comiendo


caminando una noche
te vi
me mirabas inmóvil
cerca y lejos
estabas con la paloma
y sonreían

graffiti

llegaste al primer puesto de los temas más vendidos

en mi cabeza

las paredes del horno



la distancia
que nos separa que nos acerca
siempre enfriará
las paredes del horno de mi casa

dónde


la velocidad de la luz
las vacas pastando
el sol de las siete
tu frazada amarilla
yo dónde entro en todo esto

hace años

hace años
en otra vida
soñé
viví cada instante
como si no fuera único
colgaron rosas en mi cuello
dormí en un cielo dorado
escuché todos los llamados
sentí todos los abrazos
el dulce temblor

algunas mañanas

algunas mañanas
una voz salvaje
despierta conmigo
sale sin rumbo
ni por qué
ciega sorda
busca el abrazo

obedece cierto mandato irracional
nadie la alienta
sólo yo la acompaño
hace tiempo que me enloquece

adios


no es el día ni el momento
para decir lo que quiero
ya no
y no será el día

nadie puede explicar el porqué
de las palabras sin
sentido que
descubrieron mi cabello
mis hombros
mi espalda

esa
que otro desconoció
también y
que como vos hablaba
sin sentido

soy muy simple
creo en las palabras

las letras

no quiero decir cielo
infierno renuncias o
castillos de arena

en mi escritorio yacen
las letras
que embriagaban al oído
cuando me arrastró por un futuro
fantasma
que nunca fue mío

y la gota
ahora lágrima
que golpea y cae
como un pesado cincel
cortando el aire que queda

del amor sólo veo la
lastimada aúrea que acaramela la foto
todavía

sus no
van a moldear mi risa
hasta que el espacio vacío
de su nombre se funda
con el pétalo perfumado del ayer

creia en el verano

creía en el verano
y todo el día supersensitiva
esquivaba las flores
con saltos enamorados

por la noche rezaba
los salmos prohibidos
fumaba reía
cantaba miraba a los ojos

ellos vinieron sin permiso
se quedaron en mí me llevaron
se fueron y yo
acá
en el verano