no quiero decir cielo
infierno renuncias o
castillos de arena
en mi escritorio yacen
las letras
que embriagaban al oído
cuando me arrastró por un futuro
fantasma
que nunca fue mío
y la gota
ahora lágrima
que golpea y cae
como un pesado cincel
cortando el aire que queda
del amor sólo veo la
lastimada aúrea que acaramela la foto
todavía
sus no
van a moldear mi risa
hasta que el espacio vacío
de su nombre se funda
con el pétalo perfumado del ayer
infierno renuncias o
castillos de arena
en mi escritorio yacen
las letras
que embriagaban al oído
cuando me arrastró por un futuro
fantasma
que nunca fue mío
y la gota
ahora lágrima
que golpea y cae
como un pesado cincel
cortando el aire que queda
del amor sólo veo la
lastimada aúrea que acaramela la foto
todavía
sus no
van a moldear mi risa
hasta que el espacio vacío
de su nombre se funda
con el pétalo perfumado del ayer
1 comentario:
Andrea, por fin pude leerte, tus poemas me hacen acordar a algunos mios muy catarsis, muy como uno es,
muy decirselo a... Igual son transparentes nada cripticos. Adelante, pone en el blog algunos otros.
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